AUDIORELATO: EL ENCAJE DE LA HISTORIA
La narración nos sitúa en los antecedentes históricos descritos abajo.
Estructura del antiguo puerto de Camariñas |
En el marco institucional de 1748 se establece el privilegio y foro de la Marina y a Matrícula de Mar liberando a los marineros de la jurisdicción señorial y eclesial. La armada pugna por la jurisdicción marinera desplazando progresivamente a la nobleza e iglesia. Habían establecido la Matrícula de Mar como sistema de reclutamiento marítimo y la Armada construye los "Grandes Armamentos" de la Marina de Guerra, que para tripularlos necesitaba demasiados pescadores, que son llamados a filas, desde los 16 años a los 60 años con excesiva frecuencia. Provocando una despoblación de mano de obra masculina dedicada a las labores pesqueras, con llevando que los homes y mujeres labradores realizaran el trabajo de pesca, siendo manos inexpertas.
De todas las formas, en la práctica los marineros seguirán haciendo frente a las variadas imposiciones. En Camariñas en la década de 1770 había contribuido el gremio del mar con dos quiñones anuales de toda la pesca de sardina, uno para el juez ordinario de Vimianzo y otro para su escribano de número por pertenecer a la parroquia de San Jorge de Buría, jurisdicción de Vimianzo. También proporcionaba este gremio tres quiñones de pesca de sardina al cura párroco en compensación por un campo del igresario que este les cedía para que en él pudieran hacer los arreglos necesarios en las embarcaciones y aparejos de pesca, además de las bendiciones que les hacía a sus redes y a la propia ría.
Aún seguían pagando el décimo por razón de cura e sincura que se establecía en otros dos quiñones, cantidad que se volvía repetir en el caso del receptor de los reales alfolís de sal de Muxía. Finalmente, e como era costumbre, se entregában al Real Almirantazgo seiscientas sardinas o doce reales de vellón, cada vez que salia de puerto una embarcación con sardina para su venta.
El puerto de mayor importancia a mediados de siglo XVIII en la Costa da Morte era Camariñas, contaba con el mayor número de barcos con cubierta para comerciar la sardina con diferentes puertos del litoral atlántico y cantábrico. Del puerto camariñán salian cargados de sardina con rumbo a las vascongadas, el retorno lo hacian cargados de hierro que vendían en la comarca.
Sistema de pesca del cerco real |
En el Catastro del Marqués de la Ensenada, de 1 de julio de 1753, se refiere al sistema de pesca de la sardina en la villa de los encajes:
"Que en este puerto hay establecido el Armamento de dos cercos que sirven para la pesca de la sardina en tiempo de sazón y cosecha, la que regularmente empieza a primeros de septiembre y fenece a ultimos de Diciembre de cada año. Cuios armamentos se componen el uno de setenta quiñones de Aparejo, y el otro de ochenta, para cuio Armamento hay dos Barcos grandes que llaman Trincados, o Galeones de porte de trescientos quintales y Doce bancos cada uno, el uno llamado San Jorxe, y el otro Nuestra Señora del Monte, en los que lleban ala mar y buelben a la tierra, todas las Redes, Cordaje y más aparejos conducentes a dho Armamento. Cuios Galeones o Trincados son propios de todas las personas ynteresadas en el referido Armamento... como toda la pesca producto y utilidad que en ellos se saca y adquiere, la que dividen y puntualmente prorratean entre dhos quiñones de aparexo, y las personas que manexan y administran dho Armamento, llebando los ynteresados por razon de Aparejo un quiñon, y por razon de la persona otro, y si alguno tiene dos o mas quiñones de dho Aparexo lleba otros tantos de la referida pesca a proporcion y demas a mas el quiñon de la persona, y esta practica es la que se observa en este puerto... y se advierte que ademas de dhos trincados se emplean en dho Cerco todas las demas lanchas del Puerto."
Las nuevas disposiciones legislativas non resultaron positivas para los marineros. La Matricula se había convertido en una prestación personal muy gravosa y la liberdad de pesca que también se fomentó en las Ordenanzas había traido a las costas gallegas los fomentadores catalanes, que gozaban de todos los privilegios pero que estaban exentos de las prestaciones personales de la Matrícula ya que éstas solo se cumplían en el Departamento marítimo correspondiente. Los fomentadores, con sus técnicas más adelantadas, tanto en la explotación del mar (empleo del palangre y de la jábega, como en la conservación (prensado) y comercialización de sus productos, no tuvieron grandes problemas, al margen de algunas revueltas, para hacerse con los mercados. En esta situación, los marineros y patrones acabaron convirtiéndose en unos asalariados que pescaban por cuenta de los armadores.